Me cantaste las cuarenta de una y me quede fría, no sabia que hacer o que no hacer.
En ese momento mi reacción fue hablar de esas cosas que ambos sabemos que no valen la pena, pero que aunque sepamos que no valen, cuentan al fin y al cabo.
Me quede sospechosamente con ganas de seguir hablando contigo pero mi tiempo estaba algo ajustado y me debía ir.
Es el momento ideal no para cambiar el pasado sino para cambiar el destino, o eso creo yo.
Desde hoy debo ser una mujer diferente a la que ayer fui, una mujer inteligente y con estrategias que sean solidas y no solo pensamientos aleatorios en el aire. Necesito cambiar hoy para ser mejor mañana. y solo depende de mi.
Y creo que ahí fue cuando la sorpresa me pego de una.
Y esa fue una decisión que creo, "hasta yo pensé que jamas iba a pasar o iba a tomarla, me fui al extremo", no soy una mujer de comentar lo que en general pienso de la gente pero, si esta vez lo dije y me sentí aliviada. Como si mi mente se hubiera liberado y mi corazón estuviera demaciado bien
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